Santo Domingo. Desde que el gobierno de Barack Obama anunció una serie de medidas tendientes a normalizar las relaciones entre el imperio norteamericano y la isla de Cuba, se formuló la pregunta si esto podría afectar la economía dominicana convirtiéndose Cuba en nuestra competencia, principalmente en el renglón turismo.
Las primeras reacciones de autoridades y empresarios ligados al turismo han negado rotundamente que pueda ser así, algunos para salir del paso cuando son cuestionados por la prensa y otros por evadir caer en comentarios que puedan crear alguna polémica.
Aunque en estos momentos esa nación no cuenta con el número de habitaciones suficientes para competir, la idea de Barack Obama de no ser recordado solo como el primer presidente de color de los Estados Unidos se convierte paso a paso en el primer elemento para motorizar el despegue de Cuba, y su próxima estrategia es visitar La Habana en próximo 21 de marzo, lo que le colocaría en el centro de atención de todo el mundo.
En la actualidad el número de habitaciones de la isla se encuentra entre 46 mil y 60 mil, un 37 por ciento no en condiciones para recibir turistas exigente; de acuerdo a las proyecciones del gobierno sus intenciones es alcanzar las 85 mil para el 2020 y 110 mil para el 2030, y aparentemente las autoridades ofrecerán facilidades a los inversionistas, abriendo oportunidades también al mercado de los Estados Unidos.
Las partes positivas para los cubanos son que muchos de estos hoteles también ofrecerán el servicio todo incluido, la seguridad y que los turistas le gustan visitar nuevos destinos, hasta el inicio de la apertura entre los dos países los principales visitantes llegaban desde Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España.
En lo negativa los servicios no se pueden comparar con los de República Dominicana, algunas publicaciones comentan la falta de productos básicos, algo que debe cambiar a partir del nuevo acuerdo Cuba-Estados Unidos y otro punto importante que favorece a los dominicanos es que los precios en Cuba son muy elevados y la conectividad aérea y terrestre de la media isla es muy superior.
Sin embargo, en una encuesta realizada entre octubre 21 del 2015 a enero 28 del 2016 en el estado de New Jersey, el 71 por ciento de una muestra de 1, 388 respondió que prefería visitar Cuba en sus próximas vacaciones a visitar República Dominicana, la encuesta se limitaba a solo estos dos destinos y fue realizada a norteamericanos que no hablan español mayores de 18 años.
Cruceros, líneas aéreas, cadenas hoteleras y tour operadores han anunciado inicio de operaciones en Cuba, esto aparentemente no preocupa a los dominicanos aun cuando la mayor cantidad de turistas provienen de los Estados Unidos.
Quiérase o no, la cercanía de Cuba con Norteamérica, la similitud del clima con la República Dominicana, el interés que genera visitar una tierra prácticamente prohibida por más de medio siglo, provocará que tarde o temprano Cuba se convierta en competencia nuestra, es cuestión de ver a qué ritmo los líderes del régimen quieran desarrollarse y permitir las inversiones.
Una muestra de esto es que en agosto del 2015 ya las autoridades dominicanas daban a conocer que estaban interesados en que los turistas que visiten Cuba lleguen al país, ya que República Dominicana todavía no aparece en la lista de Estatus de Países aprobados por China.
Lo importante para el sector es que tanto el público como el privado tienen tiempo para continuar preparándose y continuar ofreciendo un excelente servicio y mejorar las áreas que tienen debilidades en lo que Cuba se prepara para entrar en la competencia del Caribe.
