El Gobierno dominicano, los gobiernos municipales, los empresarios del sector turístico nacional y todos los dominicanos en general debemos cuidar la industria del turismo con responsabilidad, con gran celo y no hacer absolutamente nada que la afecte; por el contrario, se debe hacer mucho esfuerzo por lograr un mayor desarrollo.
Es que el turismo es la principal fuente de la economía dominicana, con 5 mil 80 millones de dólares aportados a la economía durante el 2013 como resultado de las visitas de 4,6 millones de turistas a los diferentes polos turísticos de la República Dominicana; y la dinámica que genera con más de 200 mil empleos directos, más los indirectos –que duplican los directos- y la compra de productos criollos.
La advertencia la hacemos porque hace poco, el periódico Diario Libre se hizo eco de unas imágenes de turistas de cruceros que desembarcaron en Santo Domingo Este, y caminaron por la avenida España hasta el Puente Flotante, y la Ciudad Colonial, entre contenedores rebosados de basura y tenían que dejar las aceras y caminar por las calles porque la basura les impedía caminar.
La impresión que se llevaron esos turistas no le hace nada bien a un país que vive del turismo, que es el principal destino turístico del Caribe y que tiene enemigos en la región que no desperdiciarían el más mínimo recurso para montar una campaña internacional que aleje a los turistas de este mercado, que ha costado muchos años de esfuerzos e inversión económica para llevarlo a los niveles en que se encuentra en la actualidad.
Otro elemento muy preocupante es la inseguridad ciudadana, con hechos de violencia que ya están tocando a los turistas en algunas zonas del país, problema que la República Dominicano no puede darse el lujo de que continúe propagándose. Es que el país no puede permitir, bajo ninguna circunstancia, que los turistas que vienen a disfrutar de las bellezas naturales, de la gastronomía y la hospitalidad de los dominicanos, se sientan inseguros, porque no van a regresar y eso vas a ir menguando el desarrollo del turismo dominicano.
Hay muchos otros problemas que pudiésemos enumerar, que también afectan la imagen del país y merman nuestro turismo, pero quisimos citar sólo los problemas de cúmulo de basura en las calles de la ciudad y el incremento de la delincuencia, de la inseguridad ciudadana, para llamar la atención de las autoridades, de los empresarios del sector, para que se tomen medidas que contribuyan con el desarrollo de nuestro turismo.
Esperamos que las autoridades de Turismo, los gobiernos municipales y las asociaciones de empresarios del sector turístico continúen redoblando los esfuerzos encaminados a atacar los problemas de insalubridad, inseguridad y otros tantos males; que se tomen las medidas necesarias, antes de que sea demasiado tarde, para que el flujo de turistas continúe en aumento. No matemos la gallina de los huevos de oro, porque después lo vamos a lamentar.