El director ejecutivo de la Agencia de Salud Pública del Caribe en Trinidad y Tobago, James Hospedarles, ha pedido al sector turístico de la región del Caribe que esté atento ante la expansión del virus chikungunya, el cual afecta a más de cien mil personas, y se puede convertir en un problema grave para el turismo.
Consideró que el virus se ha convertido en un problema de primer orden, razón por la que el sector debe trabajar junto a la Organización de Turismo del Caribe (CTO por sus siglas en inglés) en la difusión de información veraz y clara sobre la enfermedad que afecta y puede afectar a trabajadores de todos los sectores y a los turistas que visitan la región.
La artritis epidémica chikungunya o fiebre chikungunya es una enfermedad endémica de África, identificada en 1953, se detectó por primera vez en el Caribe en diciembre 2013 en el territorio francés de Saint Martin, pero se ha expandido a 18 países de la región y las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que ya ha afectado a 103 mil personas; y eso hay que detenerlo.
La enfermedad la transmite el mosquito “aedes aegypti”, el mismo que transmite el dengue, propio de estos climas tropicales, y la situación puede agravarse con la llegada de la temporada de huracanes, situación que debe mover a la reflexión no sólo de las autoridades de Salud Pública y Turismo de cada país del Caribe, sino a todos los ciudadanos, porque la prioridad debe ser detener el avance de la enfermedad.
La chikungunya, un virus que provoca fuertes fiebres, dolores en las articulaciones y otros síntomas, ya hace estragos en todos rincones de la región del Caribe, pero en lo que concierne a nuestra República Dominicana, ya ha avanzado hasta la mayoría de la provincias y las autoridades sanitarias locales predicen que aumentarán los casos, especialmente con la llegada de la temporada de huracanes, lo cual puede agravar la situación por la infinidad del mosquito transmisor.
Cada país debe tomar medidas preventivas, debe involucrar a los ciudadanos en jornadas de prevención y acciones que contribuyan a evitar la propagación de la enfermedad de manera que no llegue hasta las zonas hoteleras, porque si los turistas enferman en masas se alejarán de la región, y el turismo, que está en un buen momento y es la principal fuente de muchas de las economías de la región, podría sufrir bajas considerables en el segundo semestre del año.
Quizás la República Dominicana es uno de los países de la región que más esfuerzos debe hacer para evitar la propagación de la chikungunya porque somos el destino turístico líder de la región del Caribe, que recibe 4,0 millones de turistas al año que reportan más de 5 mil millones de dólares a la economía, y no podemos permitir, bajo ninguna circunstancia, que la chikungunya avance más de lo que ha avanzado y se torne incontrolable, no podemos permitir que afecte a más gentes, que toque a los turistas y que provoque muertes.
Tanto el ministro de Turismo, Francisco Javier García, como el vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), Arturo Villanueva, han afirmado que la enfermedad no ha afectado al sector y ningún hotel ha reportado turistas afectados por la fiebre ni cancelaciones de reservaciones. Además, sostienen que los hoteleros están siguiendo las normas para evitar que el virus afecte a los turistas.
Recomendamos al Ministerio de Turismo que, a pesar de sus argumentos, desarrolle una estrategia común con el Ministerio de Salud Pública, que destine recursos para la campaña contra la chikungunya, que convoquen a la población en general a salir a combatir la enfermedad y a realizar labores de prevención, porque este es un problema de todos. Lo importante es detener los avances de la enfermedad, que no muera un solo dominicano y que los turistas no resulten afectados por el virus para que no se afecte nuestra principal fuente económica: el turismo.