Las autoridades sanitarias de los Estados Unidos (CDC) han aconsejado a los pasajeros de los cruceros que se hagan una prueba de PCR a su regreso y que permanezcan en casa durante 7 días después del viaje, aunque el resultado sea negativo. Cabe recordar que el CDC levantó la prohibición de los cruceros el 30 de octubre después de una suspensión de ocho meses debido a la pandemia. Sin embargo, el regreso de estas grandes naves será condicionado y escalonado.
El riesgo de COVID-19 en los cruceros «es muy alto» (nivel 4), detallaron este domingo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Con el comienzo de las festividades de fin de año, con el Día de Acción de Gracias el próximo jueves, el CDC recomendó que «todos» evitaran los cruceros, incluyendo los cruceros por el río, «alrededor del mundo».
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«Es particularmente importante que las personas con mayor riesgo de enfermedades graves eviten los cruceros», dijo la agencia federal en su sitio web.
La apertura de los cruceros, por lo tanto, será condicionada y escalonada.
El CDC advierte que los pasajeros deben someterse a una prueba PCR a su regreso y permanecer en casa durante siete días después del viaje.
Hotbeds
En su actualización de salud, el CDC destaca que los pasajeros de cruceros tienen un mayor riesgo de propagar enfermedades infecciosas de persona a persona, incluyendo el VIDOC-19.
Se dice que se han reportado brotes de COVID-19 en cruceros, sin especificar si son recientes.
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PCR a la vuelta
El CDC también advierte que los pasajeros que deciden hacer un viaje en crucero deben ser examinados de 3 a 5 días después de su regreso y permanecer en casa durante los siguientes 7 días después del viaje.
«Incluso si la prueba es negativa, quédate en casa los siete días completos», dice.
Añadió que si el pasajero no se somete a la prueba, es más seguro quedarse en casa durante 14 días después del viaje.
Por su parte, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) anunció que este año mantendrá su actividad suspendida debido a COVID-19.
CLIA, que representa el 95% de las líneas de cruceros oceánicos, indicó a principios de este mes que mantendrá la suspensión voluntaria hasta el 31 de diciembre en los Estados Unidos, un país con más de 12 millones de casos de COVID-19, incluyendo 255.588 fallecidos.
En los Estados Unidos, la barrera de los 12 millones de casos se rompió seis días después de alcanzar los 11 millones, y sólo 12 días después de llegar a los 10 millones, lo que indica un fuerte aumento de las infecciones en el país.
Situación en España
En cuanto a la situación de los cruceros en España, hay que recordar que hoy en día los turistas extranjeros pueden llegar a España en avión, tren o coche, pero no en crucero.
Las compañías navieras exigen que los puertos españoles estén abiertos a los cruceros internacionales.
Aunque España ha prohibido los cruceros internacionales, la puerta se ha dejado entreabierta para los cruceros nacionales, es decir, los buques que sólo tocan puertos españoles.
Esta laguna jurídica ha permitido que TUI Cruises inicie cruceros con inicio y fin en Las Palmas de Gran Canaria, haciendo escala alternativamente en los puertos de Arrecife de Lanzarote, Santa Cruz de Tenerife, San Sebastián de La Gomera en un primer programa, y Puerto de Rosario (Fuerteventura), Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma en un segundo itinerario.
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