Santo Domimgo. Cuando se decida construir por completo la historia de la Aviación Civil de la República Dominicana apunta a que habría que incluir la caída del vuelo 757 ocurrida en aguas del Atlántico, en febrero del 1996, este acontecimiento es uno de los hechos pasados más contundente que volcó la atención del mundo.
De este tiempo ha transcurrido 29 años y hoy en día habría que ir hilvanando cada detalle y aún muchos actores de este momento lo recuerdan y otros han quedado en los escritos de informes y recortes de prensa para contribuir a la materialización de la historia.
Uno de esos testigos y oficial militar experimentado, es el General de Brigada Piloto, Emmanuel M. Souffront Tamayo, FARD, quien actualmente se desempeña como director General del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria de la Aviación Civil, CESAC. Antes de ser designado en el cargo, accedió a una entrevista que le hice para el libro “Aviación Civil Dominicana, Barca de los Aires”, Tomo II y la quiero compartir por el valor que trasciende.
República Dominicana ha dado un cambio extraordinario en todo este tiempo que ahora mismo sirve para colaborar con otros países en materia de seguridad, facultada de leyes, exhibe calidad en infraestructuras aeroportuarias y un crecimiento en el mercado aerocomercial.

Un Boeing 757-225 con 13 tripulantes y 176 turistas a bordo, en su mayoría alemanes, cayó a pocos minutos después de despegar del aeropuerto Internacional Gregorio Luperón de Puerto Plata hacia Frankfurt, Alemania, con escalas en el aeropuerto internacional de Gander, en Terranova, Canadá, y Berlin-Schönefeld en Alemania, el martes 06 de febrero de 1996. Eran 97, hombres, 75 mujeres y 4 niños.167 alemanes, 9, polacos, 11 turcos, y 2, dominicanas. Cubría el vuelo 301 con una aeronave arrendada por la aerolínea turca Birgen Air con matrícula TC-GEN a la empresa Alas Dominicanas.
La mayor tragedia de aviación registrada en la República Dominicana reemplazaba a otras ocurridas anteriormente. Nadie sobrevivió.
Este accidente sigue siendo objeto de gran estudio por la historia para mejoría del sector de la aviación.
Director de la Comisión Investigadora de Accidentes Aéreos (CIAA), de la Junta de Aviación Civil y miembro del Grupo de Expertos de Investigación de Accidentes (AIGP) de la Comisión de Aeronavegación de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI).
A continuación, presentamos algunas preguntas formuladas al General de Brigada Piloto, Emmanuel M. Souffront Tamayo, FARD, quien fungía como presidente de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos, en la antigua Dirección General de Aeronáutica Civil, en el momento en que ocurrió la tragedia aérea, que convirtió la aeronavegación dominicana en un antes y un después.
¿Qué significó para la Republica Dominicana el accidente del Boeing 757 en Puerto Plata en 1996?
– Para la R.D. Y para todo el mundo aeronáutico este accidente que hasta ese momento era el desastre aéreo más importante de la década y después del accidente de Tenerife el 27 de marzo de 1977 donde colisionaron dos aviones Boeing 747, siendo este aún el accidente que ha cobrado más vidas en la historia de la aviación mundial con 583 muertos, este accidente se situaba en el número dos en número de víctimas con 189, además de que se trataba de un Boeing 757, una aeronave nueva en el mercado y en pocos meses este era su segundo evento.
Esto puso a nuestro país y nuestras autoridades en la mira de todo el mundo que observaba el manejo de esta operación de rescate y posterior investigación.
¿En termino técnico con las condiciones que existían fue aprovechado para prepararnos hacia un futuro mejor?
-En términos técnicos fue sumamente enriquecedor porque cambió completamente la forma de Investigación de los accidentes que se realizaban en nuestro país, antes se hacían para buscar un culpable y los investigadores lo hacían de forma empírica sin capacitación previa. A partir de este evento se preparan técnicos en investigación de accidentes se envía un grupo de técnicos conmigo a la cabeza a capacitar se en materia de investigación de accidentes y se continúan investigando los accidentes, pero ahora para encontrar causas probables que ocasionaron ese evento y evitar en lo posible su repetición, no para señalar culpables.
– ¿En un momento en que el mundo estaba pendiente del suceso, qué puedes contarnos de esa experiencia?
Dirigir ese proceso de investigación en un momento donde todo el mundo estaba al pendiente fue sumamente determinante para cambiar los paradigmas necesarios y que en la investigación participarán todos los representantes acreditados con derechos y se empiezan a realizar las investigaciones de accidentes de aviación de acuerdo con lo establecido en el Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional, OACI.
Poder sentarnos en la misma mesa de investigación con los Estados Unidos como estado de fabricación y diseño, más sus asesores de la Boeing y la Rolls Royce, con los representantes de Alemania como país de la nacionalidad de la mayoría de los fallecidos, Turquía como estado de Matrícula y del explotador, fue una experiencia enriquecedora que marca un antes y un después en materia de investigación de accidentes en la RD.
¿Cómo se llevó a cabo el manejo de la situación para que el país pudiera quedar bien?
-El Estado Dominicano signatario de OACI acepta los representantes acreditados de los países envueltos en el suceso y estos técnicos vienen a enriquecer el equipo de investigadores, los Estados Unidos nos asisten de manera firme y sin restricciones y nosotros mantenemos el control de la investigación de acuerdo con lo establecido en el anexo 13 de la OACI. Esto permite que se logre una completa y diáfana investigación y la Republica Dominicana queda bien vista por los organismos internacionales ligados a la aeronáutica por llevar a cabo de manera efectiva esta investigación que duró más de dos años.
¿Qué aportó este acontecimiento a favor del desarrollo de la Aeronáutica Dominicana?
– Este evento y su posterior investigación marcaron un antes y un después en materia de investigación de accidentes en la República Dominicana y esto ha hecho que se investigue cada accidente y cada incidente grave, aportando cada uno de ellos recomendaciones en materia de seguridad operacional que han ayudado al crecimiento sostenido llevado a cabo por cada una de las instituciones del sector aeronáutico, JAC, IDAC, CIAA, CESAC y DA. Teniendo cada vez una aviación más segura.