MADRID, España. El cierre del espacio aéreo español, ocasionado por la protesta sorpresiva de los controladores aéreos, provocó pérdidas por unos 500 millones de euros (unos 670 millones de dólares) al sector turismo y las aerolíneas que entre viernes y sábado no pudieron cumplir con sus operaciones.
Según datos preliminares de la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV), las pérdidas de las agencias de viajes y touroperadores, en el ámbito nacional, se calculan en 350 millones de euros (470 millones de dólares).
Mientras que el sector aeronáutico no ha emitido cálculos oficiales de la repercusión del cierre del espacio aéreo por 20 horas, la agencia EFE divulgó un cable en el que atribuye a fuentes que las pérdidas rondan los 100 millones de euros (unos 134 millones de dólares), cantidad a la que se tendría que sumar todo lo que se deriva de las atenciones de pasajeros, como transporte a hoteles y aeropuertos.
El ministro español de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, considera prematuro emitir cifras de las pérdidas para el sector turístico y volvió a dar garantías de que la situación no se va a repetir; además, considera que la imagen de España no resultará dañada por la crisis aeroportuaria, debido a la declaración de estado de alarma que decretó el Gobierno para forzar el regreso de los controladores aéreos.
De acuerdo con el funcionario, el 90% de los turistas nacionales no se vio afectado, ya que sólo el 10% iba a utilizar avión en el “puente” festivo que concluye este miércoles; mientras que para finales de mes se esperaban 2,8 millones de viajeros extranjeros. Como consecuencia de la protesta, el Gobierno decretó “estado de alarma” con lo que puso fin al caos que dejó más de 600 mil en los aeropuertos.
El estado de alarma decretado por el Gobierno el día 4, que no se aplicaba en el país desde la vuelta a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975, estará vigente por 15 días, “durante los cuales los controladores están sometidos al código penal militar”, según ha afirmado el vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Al igual que Sebastián, Rubalcaba dijo a la radio Cadena Ser que «habrá unas Navidades tranquilas en los aeropuertos”, debido a que no se permitirán huelgas ya anunciadas por otros colectivos de ese sector, según recogen las agencias de noticias, que resaltan declaraciones del funcionario advirtiendo que las autoridades “no tolerarán el caos”.