El Caribe es la región que menos contribuye al cambio climático. Pero también es sin duda la región más vulnerable del mundo a su impacto.
Es por eso que la Organización de Turismo del Caribe está haciendo un esfuerzo esta semana en la conferencia climática de la ONU en Bakú, Azerbaiyán, con la esperanza de defender la región y todo, desde el turismo sostenible hasta la energía renovable.
«El turismo es el latido del corazón del Caribe. Sin embargo, debemos afrontar la dura realidad de que nuestras islas son las que menos contribuyen pero se encuentran entre las más vulnerables al cambio climático. Los efectos del aumento del nivel del mar, la erosión de las playas y los huracanes más fuertes e impredecibles afectan no sólo nuestras economías, sino la esencia misma de la vida caribeña», dijo Dona Regis-Prosper, Secretaria General y Directora Ejecutiva de la Organización de Turismo del Caribe, con sede en Barbados.
La presencia de la CTO en la conferencia es «un paso crítico» para promover el turismo de resiliencia climática y «garantizar que la acción climática global aborde los desafíos únicos de nuestra región», dijo.
Es un área en la que el Caribe ha tenido éxito últimamente, en gran medida gracias a los esfuerzos del Ministro de Turismo de Jamaica, Edmund Bartlett, y el renombrado Centro de Resiliencia Turística Global de la isla, que se ha convertido en un laboratorio para estudiar e innovar métodos para abordar el impacto de clima – y otros desafíos globales.
Esto es importante para los casi 45 millones de residentes del Gran Caribe, que están experimentando estos impactos de primera mano, desde huracanes más fuertes hasta el aumento del nivel del mar.
