Sosúa, Puerto Plata. Sumergida en el corazón de la bahía de Sosúa, una escultura de Atabey, la deidad arahuaca y taina, busca ser un referente de aporte histórico, cultural, turístico y ambiental en este polo turístico de la costa norte de República Dominicana.
En efecto, definida como una de las esculturas submarinas más grande del Caribe, con 16 pies, esta construcción en acero y cemento especializado, ph neutro, busca ser, no solo un atractivo para los turistas que aman el buceo, sino además contribuir a la recuperación de los corales, por su importancia para la bahía, afectados por la contaminación y el manejo inadecuado.
La Iniciativa es una colaboración de la Fundación Ecológica Maguá y Global Coralition, que busca impactar la bahía de múltiples maneras, al contribuir a la restauración ecológica, sobre todo la restauración de los arrecifes de coral, despertar el interés turístico y aportar arte y cultura.
La escultura marina de Atabey, la Madre del Agua de la cultura nativa, Arawak/Taíno de la República Dominicana, es el punto de partida, tras lo cual, se plantea realizar de manera conjunta un proyecto artístico dentro del área de restauración coralina gestionada por la Fundación Ecológica Magua y el Ministerio de Medio Ambiente.
El despliegue de Atabey reunirá a las partes interesadas locales y desarrollará asociaciones a largo plazo para restaurar la biodiversidad del ecosistema del arrecife de coral.
Proteger los océanos
«Creemos que el arte es algo que nos une a todos», dijo Kyle Block, cofundador de Global Coralition, «y tiene el poder de difundir un mensaje importante. Tenemos que proteger nuestros océanos y nuestros arrecifes de coral».
“Debemos primero, gestionar las actividades que afectan a los corales mientras estos se propagan en vivero para que cuando se trasplanten, sobrevivan y restablezcan los servicios ecosistémicos que tanto necesitamos”, declaró el director ejecutivo del proyecto, Manuel Redondo.
Angeline Chen, cofundadora del proyecto expresó: «Estamos muy agradecidos a todos los que han hecho de este proyecto lo que es: nuestro equipo de construcción, nuestros asesores culturales y científicos, nuestros socios ecológicos, nuestros donantes, voluntarios y la comunidad local que ha apoyado este proyecto».
«Esperamos que la instalación de Atabey sea solo el comienzo. Deseamos que esta obra sirva para inspirar a toda una nueva generación de conservacionistas y a un cambio importante de turismo al ecoturismo, así como una colaboración regional entre todos los actores que procuran la regeneración de la diversidad biológica tanto de la bahía de Sosúa como del Caribe”, indicó, Angeline Chen.
El proyecto contó con la asesoría de Mary Jean Infante e Irka Mateo, con relación a los aspectos antropológicos del mismo.
Cultura taína
Irka Mateo manifestó que, la colocación de la figura de Atabey o Atabeira, de alguna manera es rendir tributo al legado de nuestros ancestros a la valoración que en la cultura taína tienen estos. Explica que Atabey es la madre universal, representa a la luna, las aguas dulces y la fertilidad, además de ser la madre de Yucahú, el cemí principal de esa cultura y que juntos representan la dualidad y el balance, la madre y su hijo.
Para Hanna Bueno, gestor cultural y enlace del Ministerio de Cultura: «La importancia de esta propuesta trasciende nuestra generación, y honra a nuestra cultura taina en la República Dominicana. Este proyecto tendrá continuidad en distintos puntos del litoral dominicano. Al ser la escultura sub-acuática más grande de la isla, y posiblemente del Caribe».
“Esperamos que esto fomente la educación en las próximas generaciones, y en los siguientes 100 años. Este es el objetivo cultural de este proyecto, preservar, y educar a los ciudadanos para dejar huellas en la historia, y en el futuro de la nación”. Manifestó.
Importante atractivo
De su lado, Leonardo Gómez, de Pahuana Suf Center, destaca la importancia de la iniciativa para la restauración de los corales y la recuperación del importante atractivo que es la playa de Sosúa, desde hace muchos años, uno de los principales destinos de buceo del país, afectado por la contaminación y el uso inadecuado, por lo que la iniciativa representa un aporte importante para su recuperación.
Gómez aboga porque se organice de forma efectiva el trabajo de las diferentes escuelas de buceo que operan en la zona para garantizar un manejo adecuado de la zona y el esfuerzo de recuperar sus principales atractivos marinos.
La Fundación Ecológica Magua es una organización benéfica dedicada a la protección ambiental, que busca la restauración de los ecosistemas a través de programas socio ambientales integrativos que vinculan la gestión de estos recursos y las comunidades colindantes. Actualmente trabaja en la restauración de arrecifes y de manglares, particularmente en la Bahía de Sosúa, en Costámbar y en Punta Rucia, además de apoyar iniciativas en Boca Chica y en Bávaro.
Su programa de sensibilización ambiental: “Defensores del océano” en el que participan escuelas, universidades, empresas y turistas, quienes reciben capacitación para interactuar con los corales y manglares además de realizar limpiezas de riveras y costas.
Global Coralition es una organización benéfica comprometida con la aceleración de los esfuerzos de restauración de los arrecifes de coral en los 50 sitios de arrecifes que han sido declarados puntos estratégicos para la conservación marina.
La organización persigue contribuir al restablecimiento de ecosistemas marinos saludables a través de la instalación de grandes arrecifes artificiales en forma de escultura y asociándose con ONG locales para concienciar, involucrar a la comunidad y desplegar granjas de coral en tierra para lograr que el coral crezca hasta 50 veces más rápido.