España. En Cataluña, las frías noches de otoño traen consigo las maravillas del mazapán, como descubrió Graham Keeley cuando asistió a una clase magistral sobre elaboración de paneles.
También se ha convertido en una tradición catalana marcar el cambio de estación y disfrutar de la comida y el vino de la cosecha. Esto incluye comer castañas (castañas asadas calientes), beber ‘muscadel’ (un vino dulce de postre) y buscar setas en el bosque. Transmitido de generación en generación.
Se baraja hacer ‘panellets’ una tradición familiarr, algo que se hace con mamá o papá en casa y que algún día pasará a los niños. A primera vista, estos pequeños bocados del tamaño de un botón parecen algo fácil de hacer. Pero para saberlo realmente asistí escuela de cocina la patenteen Barcelona, para aprender de la mano de una profesional, Mayera Armas.
En una visita organizada por la aerolínea Vueling para promocionar la cultura catalana, Armas probó en la cocina a un grupo de periodistas. Como me cuesta mucho hervir un huevo, decidí traer un arma secreta: mi hijo Jack Keeley. Allí es un experto cocinero. ‘paneles’ ya hechosentonces sabía lo que estaba haciendo. Además, me salvó el pellejo, especialmente frente a la feroz competencia de mis colegas franceses e italianos.
La receta perfecta
Para empezar, debes mezclar agua y azúcar en una cacerola y llevar a ebullición durante unos cinco minutos, para que se convierta en un almíbar dulce. Entonces agrega la almendra en polvo en un bol y mezclar bien.
A continuación, debes agregar claras y yemas en tazones separados. Luego viene la parte más importante: Amasar la mezcla.pero no debe quedar demasiado seco. Si ves que sí, añade más huevo o un poco de agua. Si llegado a este punto ya has amasado la mezcla correctamente, te debería quedar una salchicha de mazapán larga.
Ahora toca sacar un cuchillo gigante y la balanza: el queso mazapán cortar en trozos de 20 gramos y luego formar bolitas. El tamaño importa: estas delicias son del tamaño de un bocado, por lo que si son más grandes, te quedarás sin ingredientes para hacer suficientes panellets. Además, estos son los típicos postres que se traen en las fiestas, así que no querrás quedarte corto. La siguiente parte consiste en cubrir el mazapán con la cobertura que prefieras. Tradicionalmente serían piñones cualquiera almendras picadas.
Dulces sueños están hechos de mazapán
El mezcla de frutos secos se debe amasar en el mazapán con clara de huevo ligeramente batida. Lo mejor es mojarte las manos para que parezcan bombones Ferrero Rocher, pero por supuesto sin el característico chocolate. Cada ‘panel’ debe quedar bien cubierto.
Alternativamente, si prefieres un sabor más intenso, prueba introducir cereza en el centro de cada ‘panellet’, pero estos también deben estar cubiertos con clara de huevo batida. Otra opción podría ser cubrir el manjar con chocolate salado y/o naranja.
El mermelada de membrilloun producto tradicional español recolectado en otoño, es otra especia popular. Cualquiera que sea su gusto, el panel es para los golosos.
Finalmente debemos Mételos en el horno durante unos diez minutos a unos 200-220 grados centígrados.. Una vez que los saques, ¡no les metas los dientes de inmediato! «Si los dejas reposar durante uno o dos días, saben mucho mejor». Armas, de origen venezolano pero afincado en Barcelona desde hace 20 años, confirma que los ‘panellets’ son un plato típico catalán del otoño.
«Los ‘panellets’ son muy importantes porque es el día en el que se recuerda a los familiares que han fallecido. Entonces te reúnes con tus familiares o amigos y vas al cementerio», explica Armas a ‘Euronews Cultura’. «Él es el indicado también el comienzo del otoño. Puedes comer panellettes durante dos semanas y luego se acaban». Dice que los ingredientes son importantes porque son nativos de Cataluña.
«Los almendros ya deben estar en flor, y hay que acabar». almendras frescas. O se puede hacer con piñones. Hay que hacerlo con el producto fresco que tienes”. A lo largo de los años, la inmigración a Cataluña desde fuera de España ha influido en la forma de elaborar los panellets.
«Las almendras y los piñones son los más tradicionales, pero con la inmigración llega el chocolate. Pero también está el membrillo, que es típico aquí y es como una fruta de otoño», explica.
Armas también destacó que los ‘paneles’ no se pueden consumir sin ellos un «vaso pequeño» «muscadela». Lo normal es inclinar un porrón –o jarra de vino– y tragárselo de un trago. Estimado lector, su autor lo intentó, pero el vino acabó en su delantal en lugar de en su cuello. Mientras tanto, su hijo adolescente se bebía el ‘moscadel’ de un trago. Qué vergüenza.