Las estadísticas de la Asociación Nacional de Cervecería reflejan una caída constante en las ventas de cerveza desde 2015.
El Oktoberfest, el festival de la cerveza más grande del mundo, está en pleno apogeo en Alemania. Pero puede que falte algo en las jarras y botellas de algunos participantes: alcohol.
Cada vez más personas buscan una alternativa con un sabor similarpero sin riesgo de resaca. De hecho, la producción de cerveza sin alcohol se ha más que duplicado en los últimos diez años (2013-2023), según datos de la Oficina Federal de Estadística de Alemania.
El bar Velvet de la capital alemana ofrece cócteles sin alcohol desde su apertura hace siete años. Su bartender, Rubén Neideck, confirma que cada vez hay más gente que pide bebidas sin alcohol y son la comidilla del sector.
«En las publicaciones de los bares se pueden encontrar productos sin alcohol y cómo preparar bebidas sin alcohol. No hay duda de que eso ha aumentado. Y entre los bartenders, ya sabes, (colegas) fueron llamados por preparar bebidas no alcohólicas. Creo que es divertido y un desafío», afirma Neideck.
Una cervecería de Berlín dijo a ‘Euronews’ Su cerveza sin alcohol es una de las más buscadasmientras que en Munich, la cuna del Oktoberfest, este año se inauguró un ‘Biergarten’ (un puesto de cerveza al aire libre con largos bancos de madera) para cerveza sin alcohol.
La mayor caída se produjo en 2020, cuando la pandemia obligó a cerrar los bares, pero las cifras no se han recuperado desde entonces. Sin embargo, las estadísticas también muestran una consumo constante de cerveza sin alcoholcon un aumento entre 2015 y 2023.
OMS: «No existe una cantidad segura de alcohol»
Esta tendencia se produce en medio de una ola de reflexión generalizada sobre riesgos para la salud del alcohol. De hecho, el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) así lo afirmó no existe una cantidad segura de alcoholy agregó que esta sustancia puede provocar al menos siete tipos de cáncer.
Neideck afirma que preocupación por la salud parece trasladarse a las decisiones del consumidor. «Creo que la gente es más consciente del impacto que puede tener en la salud», afirmó.
«Además, un bar envejece con sus clientes», explicó. «Entonces, cuando envejecemos como un bar, nuestros clientes son un poco mayoresentonces hay un consumo de alcohol un poco más responsable”.