Madrid, España. La hospitalidad enfrenta un desafío creciente en términos de amenazas de seguridad. En el último año, más de un tercio de los hoteles informaron un aumento en los intentos de fraude, mientras que el 71% de los invitados están preocupados por el fraude en las reservas. Los que fueron víctimas de fraude perdieron en promedio £ 564 por anfitrión para 2024.
El informe de Hospitalidad de Adyen destaca la necesidad urgente de que los operadores y proveedores de tecnología de pago tomen medidas cruciales para proteger la información. El sector se encuentra entre los 15 más atacados debido al alto volumen de transacciones de tarjetas de no presentación (CNP) y grandes ventanas de reserva, lo que hace que los ciberdelincuentes sean vulnerables. Si bien las tecnologías como el cheque digital y los pagos sin contacto mejoran la comodidad, los riesgos de seguridad también están aumentando.
Las reservas manuales siguen siendo comunes en muchos hoteles que representan una amenaza significativa debido a la falta de medidas de aprobación adecuadas. A pesar del aumento en las transacciones digitales, el 51% de los hoteles continúan controlando las reservas telefónicas que dejan hoteles expuestos a posibles violaciones de seguridad.
Los invitados también son muy conscientes de estos riesgos. Según Adyen, el 9% de los consumidores dijeron que no se reservarían nuevamente si se les pidiera que compartiera los datos de su tarjeta por teléfono y el 7% se opusiera a escribir la información de su tarjeta manualmente.
El cumplimiento del estándar PCI (la industria del mapa de débito) es importante para contrarrestar las amenazas de estafa. Este estándar requiere hoteles para proteger la información de los huéspedes a través del cifrado y otras medidas de seguridad, como firewalls y sistemas antivirus. Sin embargo, el cumplimiento del estándar de seguridad de datos para la industria de tarjetas de débito (PCI DSS) es un proceso complejo y continuo que requiere revisiones regulares. El no complemento puede dar lugar a sanciones financieras y daños irreparables a la reputación de los hoteles.
Aunque el 72% de los hoteles afirman cumplir con PCI, muchos no tienen el conocimiento correcto de los requisitos completos. Las violaciones suelen no ser intencionadas, producto de errores simples, como almacenar datos confidenciales en lugares no seguros.
En resumen, la industria hotelera debe tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de los pagos y la protección de los datos de los huéspedes, adoptar un enfoque integrado que involucre tanto la tecnología como la verificación independiente de los estándares de seguridad.