La península de Samaná, de una de la zona del país donde la belleza natural no tiene límite: Sus playas son únicas, paisajes, sus montañas, su clima, los cienos de tareas de cocoteros, el ritual del apareamiento de las ballenas jorobadas, etc., convierten esta zona en un paraíso. Está en la región Nordeste, a 245 km. de Santo Domingo, donde abunda el mármol; aquí se han instalado las mejores cadenas hoteleras del mundo.
Cayo Levantado
Cayo Levantado es una pequeña isla en la Bahía Samaná. Sus dos playas, de arena es como polvo blanco, sus aguas son de color turquesas ideales para la natación y el snorkeling, es ideal para los visitantes dominicanos y extranjeros hacer sus picnic.
Esta islita, con dos playas bellísimas denominadas Playa Grande y Playa Honda, está rodeada de cocoteros inclinados hacia las aguas cristalinas, jardines verdes y senderos que atraviesan un pequeño bosque tropical.
Cayo Levantado ofrece arena fina y blanca, agua tan clara como el cristal, cabañas, abundantes cocoteros, algunos deportes acuáticos y el más espectacular y atractivo espectáculo de las ballenas jorobadas que vienen a esta zona a aparearse a principio de cada año. Es un lugar único, con un turismo que crece de manera constante porque todo el sabe que Cayo Levantado existe lo quiere visitar.
Las Terrenas
Las playas de Las Terrenas, perteneciente a la península de Samaná, son el camino al paraíso, miles de metros a orilla del mar, con arena color crema y aguas cristalinas, con decenas de tareas de cocoteros donde el turismo evita los rayos del Sol. Las principales cadenas hoteleras se han instalado en la zona y ofrecen hoteles de primera a turistas nacionales y extranjeros, y el turismo inmobiliario crece de manera acelerada. En un pedacito de Samaná donde han llegado muchos empresarios, sobre todo Europeos y Norteamericanos, que han decidido quedarse e invertir en la zona.
Playa Rincón
Playa Rincón es una playa tranquila, por lo general desierta –por la poca cantidad de turistas que la visitan-, en una pequeña bahía, pero ideal para pasar momentos de calidad disfrutando de la naturaleza y la tranquilidad propia de este encantador lugar. Es una playa de arena dorada, aguas cristalinas y un clima acogedor, abrazado por los miles de cocoteros y árboles, que lo convierten un lugar paradisíaco.