El Parque Nacional Luis Quinn abarca las mayores alturas que se localizan en las estribaciones de la cordillera Central. Las montañas que forman parte del área protegida suponen más de 192 km2 en su mayor parte cubiertos de bosques, muchos de ellos aun intocados por la mano del hombre.
La belleza de los paisajes que se observan en estas alturas son realmente increíbles y son espectaculares los paseos que se realizan utilizando los viejos caminos de montaña, con una temperatura fresca y una brisa reparadora.
Escondidos entre sus barrancos se desploman transparentes arroyos de montaña a los que se puede llegar tras intensas caminatas por los bosques de pinos que se suceden en las laderas. También se localiza dentro del área protegida la presa del Aguacate, hasta la que se puede acceder por un camino de montaña apto para vehículos 4×4 que comienza cuando acaba la carretera asfaltada que sale de San José de Ocoa hacia el pueblo de Naranjal. Este camino es particularmente interesante, pues alcanza elevadas alturas y las vistas sobre los valles y quebradas sobrecogen a quienes lo recorren.
El área protegida es particularmente interesante para quienes disfruten con la observación de las aves, pues en los bosques se pueden avistar multitud de especies, muchas de ellas endémicas y nativas, como carpinteros, guaraguaos, palomas y perdices de sierra. Para quienes aprecian de plantas también es un lugar especial, pues en las zonas más altas encontramos manaclares y bosques nublados.
El Parque Nacional se encuentra en la provincia de Baní y uno de los caminos de montaña que llegan a las alturas se encuentra saliendo de la ciudad por la calle Máximo Gómez hacia la localidad de Villagüera. A los largo de esta pista se localizan varios caminos que dan acceso a los bosques del área protegida.{jcomments on}