La República Dominicana ha sorteado todas las crisis posibles en los últimos años y ha logrado mantener un nivel de crecimiento económico por encima de 5%, soportado en gran medida en el turismo que se recuperó de la pandemia de covid-19 en tiempo récord, ha servido de ejemplo para otros destinos de la región y ha alcanzado un crecimiento en la llegada de turistas e inversiones que muchos no esperaban.
Las políticas aplicadas por el Gabinete de Turismo, que dirige el presidente Luis Abinader junto al ministro de Turismo, David Collado, han sido clave para el sector. Hay que destacar la unidad que exhiben el Gobierno y el sector privado, la planificación conjunta de la estrategia para la promoción del turismo y el desarrollo del destino, así como las garantías que ofrece el país para la inversión extranjera.
La estrategia desarrollada ha permitido que el turismo dominicano supere con éxito los efectos del covid-19, que provocó la caída de la gran mayoría de las economías del mundo y paralizó los viajes de turistas por prevención o falta de recursos; el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como los precios del combustible de avión que impactó las grandes aerolíneas y a otras las ha hecho desaparecer.
Las autoridades y el sector privado tienen ahora un nuevo desafío; se trata de las alertas emitidas por las autoridades de los Estados Unidos de América y Canadá a sus ciudadanos, a quienes han advertido que tengan cuidado al viajar a República Dominicana por la violencia, la delincuencia y por la inseguridad que provoca la crisis de Haití y el impacto que puede tener en la zona fronteriza. Además, el daño provocado al alertar a los afroamericanos tener cuidado porque “aquí se persigue por el color de piel”, aunque esto último lo dejaron sin efecto hace unos días.
En el 2020, cuando los seres humanos de todo el planeta se protegían para salvarse del covid-19, en el país las autoridades y el sector empresarial tomaron las medidas necesarias para garantizar la seguridad del visitante, proteger el sector y se dieron facilidades financieras que permitieron ser ejemplo de recuperación, lo que fue reconocido por la Organización Mundial del Turismo (OMT). Al año siguiente los turistas comenzaron a llegar.
También, cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania, las estadísticas de turistas de mercados emisores de Eurasia y Europa comenzaron a bajar; pero esa caída fue compensada con turistas de América Latina y América del Norte. El turismo se convirtió en el sector de la economía de mayor crecimiento en el 2022, florecieron las inversiones, cerró ese año con una cifra récord de 7.1 millones de turistas y las proyecciones de este año (2023) son superar los 8 millones de turistas.
La clave está en la unidad que exhiben el Gobierno y el sector privado, y en la promoción de nuestros atractivos en ferias como Fitur, en Madrid, España; Top Resa, de París, Francia; la ITB de Berlín, Alemania; ferias de América Latina, como la Vitrinita Turística Anato, de Colombia, ferias de cruceros en Miami y otros sectores para incrementar los turistas de cruceros: Además, los contactos directos del ministro David Collado y su equipo técnico con turoperadores y agentes de viajes de Europa, Canadá, Estados Unidos, América Latina y otros destinos emisores.
El turismo dominicano está en su mejor momento. El 2022 fue un año exitoso, porque además de las cifras récords en llegada de turistas (7,1 millones) y de cruceristas, que fue de 1 millón 300 mil,y la inversión directa en el turismo que alcanzó los US$3,802 millones. Este año, 2023, las expectativas son mayores: superar los 8 millones de turistas y el millón 500 mil cruceristas, igual en inversión extranjera con el desarrollo de nuevos hoteles en Puerto Plata, Miches, Punta Cana, Santo Domingo, Pedernales, Santiago y Samaná.
Las estadísticas del primer trimestre proyectan un gran año para el turismo, ya que de enero a marzo de este año recibimos 2,076,171 turistas por vía aérea y 806,527 cruceristas, es decir, que hemos recibido 2,882,698 visitantes. Hay que mantener la estrategia de promoción e inversión, cuidar la seguridad ciudadana, dar respuesta a las alertas que han emitido nuestros principales países emisores de turistas (Estados Unidos y Canadá), impulsar las aerolíneas dominicanas y seguir diversificando la oferta.
