Esta columna, por primera vez, adopta forma de carta. Pretendo que el discurso sea percibido por el destinario como la expresión profundamente sentida de un pedernalense de pura cepa, identificado desde el primer segundo con el Proyecto de Desarrollo Turístico.
SANTO DOMINGO, D.N. 26 de diciembre de 2022.-
Señor Luis Abinader,
Presidente Constitucional,
Su escritorio.
Respetable Sr. Abinader:
Ante todo, felicitaciones mil para usted y su familia en este tiempo de Navidad y Año Nuevo. Deseos sinceros de que gocen de buena salud y renovados bríos para encarar los grandes desafíos económicos y sociales que presentará el 2023 a República Dominicana.
Estimo que Pedernales entero reconoce en usted al único mandatario que ha visitado la provincia en cuatro ocasiones durante los dos primeros años del cuatrienio. Y, sobre todo, celebra su gestión de gobierno haya articulado un singular proyecto de desarrollo turístico para Cabo Rojo, como buque insignia para desarrollar la Región Enriquillo (Pedernales, Barahona, Independencia y Baoruco), la más pobre del país.
Sin dudas, su actitud ha resucitado en la comunidad nuestra las esperanzas muertas a causa de un rosario de promesas políticas incumplidas desde 1966 hasta 2020. Plausible.
Sin embargo, hay aprensiones en el camino sobre la lentitud en las ejecuciones y el potencial abandono conforme su período se acerque al final, para orientar recursos hacia prioridades en provincias electoralmente más atractivas.
Y a esas inquietudes usted ha respondido de manera indirecta, en distintos escenarios, al aducir que, en Pedernales, han tenido que comenzar de cero porque está todo por hacer.
Tiene razón, señor presidente, nada se ha hecho. La deuda social acumulada en nuestra provincia fronteriza es inconmensurable, pero por irresponsabilidad del mismo Estado que solo ha sabido sacar las riquezas naturales nuestras para beneficiar a otros. La indolencia ha sido tal que ni siquiera han redituado con una empresa productiva. El Estado es artífice, por tanto, del 57% de pobreza de aquella población.
Ahora bien, dentro del paquete de obras planificadas para el proyecto en cuestión, algunas son de altos interés para los pedernalenses, y realizables en poco tiempo, sin mayores contratiempos, por parte del Gobierno. Y esas soluciones, justamente, quiero solicitarle en el entendido de que a usted le sobra voluntad.
A saber: carreteras Enriquillo-Pedernales; y Aceitillar-Puesto Escondido de Duvergé; Frente Marino y la subestación eléctrica.
Esta gestión de gobierno, a través de una empresa privada, interviene los 74 kilómetros de la peligrosa vía Enriquillo-Pedernales, para eliminar las curvas y ampliarla. Sería un hito, ¡Un palo! Disminuiría riesgos de siniestros de tránsito, nos acercaría a la capital y aumentaría la visitación de turistas (nacionales y extranjeros) y compueblanos.
El tramo Oviedo-Pedernales, de 54 kilómetros, contenido en ella, fue construido en los años 30, por nuestros padres, a pico y pala, siguiendo el trillo de vacas y burros. Hoy mantiene prácticamente el mismo trazado, que es un culebreo de más de 70 curvas y cuestas consecutivas, insufribles, sin sentido en estos tiempos. Se trata de la única entrada y salida a Pedernales. Insólito.
Pero eso va a cuentagotas, y el pueblo se llena de dudas acerca de la probabilidad de cumplimiento. A esta fecha, debió estar muy avanzada si hubiesen trabajado desde el primer día, de manera sostenida, con personal y equipos suficientes. Instrucciones precisas suyas podrían salvar la situación de atraso, erogando los recursos y vigilando, si esa fuera la causa.
Sobre el tramo Aceitillar de Pedernales-Puesto Escondido, por los altos del Baoruco, para interconectar la Región Enriquillo y reducir de, al menos, cuatro horas a 50 minutos el tiempo de viaje, nada se ha hecho, pese al anuncio oficial de construcción.
Esta carretera tiene un altísimo valor histórico y sentimental para los pedernalenses. Además del espectáculo visual que representará su trazado, es la ruta original de los primeros pobladores de la Sabana Juan López, actual Pedernales, desde los años veinte del siglo XX.
Creemos que los pueblos de la Región Enriquillo no deben seguir aislados; Pedernales no debería seguir a expensas de una sola entrada. Usted, presidente, puede inscribirse en nuestra historia con una decisión firme para comenzar esos trabajos sin dilación.
El proyecto Frente Marino (más que un malecón) sería una fuente de entretenimiento y activación económica del municipio, que mucho lo necesita. Pero no comienzan su construcción, aunque su diseño fue presentado y anunciada su ejecución hace casi dos años. En lo que resta de su período (2020-2024), con una orden presidencial podría ser una realidad. Espero celebrar.
Y sigue solo en papeles la subestación eléctrica, fundamental para recibir y regular la electricidad de la línea de 138 kilómetros que ha sido llevada desde Enriquillo, Barahona (74 kilómetros) para la interconexión al sistema eléctrico nacional. Una orden presidencial puede cambiar tal estancamiento.
Albergo la esperanza de que el próximo enero nos traiga, a los pedernalenses, equipos pesados trabajando sin cesar, 24 horas de cada día, para cumplir con algunas de las metas presidenciales del Proyecto de Desarrollo Turístico, como las citadas, y el Plan de Inversión Social para las cuatro provincias de la Región Enriquillo.
Entretanto, señor presidente, reitero mi actitud colaborativa para que lo planificado para nuestra provincia sea convertido en hechos concretos, el viejo sueño de todos.
Atentamente,
Tony Pérez, MA.
Periodista, planificador de Comunicación, locutor y catedrático. Sobre todo, pedernalense.
