Santo Domingo. La Asociación Dominicana de Prensa Turística (Adompretur) entrega este martes en la noche las estatuillas correspondientes a la décimo-octava edición del Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua (PEL), durante una ceremonia en la que también serán reconocidos los aportes del promotor turístico y catedrático Ventura Serra y el periódico impreso y digital El Nuevo Diario, dirigido por Persio Maldonado.
Más allá de postular por un trofeo y una dotación económica en este galardón nacido en 2003 en Puerto Plata, la participación de los periodistas debería implicar un compromiso permanente con el desarrollo del turismo, que representa el 15% (US$7,000 millones) del Producto Interno Bruto (PIB) y genera 500 mil empleos, según el Mitur. Sería una apuesta al progreso y al desarrollo nacional.
Pero ese compromiso siempre ha de estar apegado a la ética y a los fundamentos de la noble profesión del periodismo. Innegociable.
El mejor aporte que el periodista bien formado y ético puede hacer al desarrollo de tal fenómeno social es presentar historias completas, técnicamente correctas, sin enmascaramientos publicitarios y con una mirada crítica constructiva.
Hay que desterrar de una vez por todas el temor a visibilizar en los relatos los puntos de mejora en el entendido de que “matan la gallina de los huevos de oro”. Se necesita ampliar el lente para mirar al turismo como proceso en toda su diversidad de aristas e interacciones.
Los discursos cursis que sobredimensionan actores públicos y privados, atractivos y empresas del sector contribuyen, implícitamente, al ocultamiento de la realidad.
Y eso es fatal porque retrasa las mejoras y, como consecuencia, arriesga el proceso de crecimiento evidenciado hasta ahora. El turista de hoy nada de inocente tiene; es crítico y suele investigar y comparar para determinar la veracidad de las informaciones servidas por los medios de comunicación.
El jurado ha seleccionado los ganadores a partir de la evaluación de los trabajos de 49 periodistas participantes en las categorías: impreso, digital, reportaje y documental de televisión, fotografía, premios regiones Norte, Sur y Este. Habrá una mención especial y un gran premio, que será entregado a uno de los ganadores de los renglones.
Se ven nuevas caras y nuevos talentos con perfiles interesantes. Esa renovación le cae bien al PEL. Le insufla vida y, al mismo tiempo, agrega credibilidad a la organización. Serán portavoces del espíritu de honestidad que ha caracterizado al jurado profesional, aunque en esta ocasión no lleven los trofeos a sus hogares.
Por el lado de Adrompretur, a partir del martes, toca mirarse al espejo. Fortalecerá al gremio una revisión exhaustiva a las bases del concurso para readecuarlas a las demandas actuales.
Reflexionar sobre los avances en el periodismo turístico en el país y las perspectivas de cara a la situación global tal vez ayude a replantearse miradas y promover nuevos abordajes periodísticos en que lo holístico sea buque insignia.
Y, por responsabilidad gremial, a la entidad le corresponde multiplicar y afianzar durante todo el año las capacitaciones a periodistas de las regiones para actualizarles sobre el tema en cuestión y en el manejo de los subgéneros periodísticos de segundo nivel, como el reportaje.
Periodistas y medios constituyen pilares en la promoción del turismo, sector vital para el sostenimiento de la economía dominicana. Las actividades formativas, entonces, son una excelente inversión.
Casi un axioma: a más profesionales de la Comunicación conscientes del valor del turismo para RD y que se apropien de las técnicas del Periodismo Interpretativo y de los recursos literarios, más participación de calidad asegurará el PEL en las próximas ediciones.
¡A trabajar, pues, desde ahora!
