El gobierno nacional se ha embarcado en el Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales mediante el modelo de alianza público-privada y bajo la sombrilla del fideicomiso pro Pedernales, aprobado el miércoles 6 de abril de abril de 2022 en el Senado. Ha dicho que esta iniciativa es sostenible y sustentable y abarca el desarrollo integral de la región Enriquillo (Independencia, Baoruco, Barahona y Pedernales).
El presidente Luis Abinader, el presidente de la Comisión Presidencial para el Desarrollo Turístico de Pedernales y ministro de la Presidencia Lisandro Macarrulla; el director ejecutivo del proyecto, viceministro de Turismo Carlos Peguero, y el director ejecutivo de Alianza Público-Privada, Sigmund Freund, han garantizado turismo con respeto al medio ambiente, sin plástico ni dióxido de carbono. Y han anunciado que varias cadenas hoteleras internacionales están comprometidas para comenzar a mediados de año la edificación de los primeros hoteles.
Ya están en marcha las obras de infraestructura básica exigidas por los inversores para involucrarse en la iniciativa gubernamental.
Tras una larga pausa, fue reiniciada la reconstrucción del tramo carretero Barahona-Enriquillo (49 kilómetros), aunque los trabajos van a paso de tortuga.
Han comenzado el tramo Enriquillo-Pedernales (74 kilómetros) bajo la orden presidencial de eliminar unas 70 curvas peligrosas que aumentan el riesgo de siniestros de tránsito y alargan el tiempo de viaje. Y abren trochas para los atractivos.
Han decidido construir el aeropuerto internacional en la comunidad Tres Charcos, al oeste de Oviedo, a 16 minutos en coche de Cabo Rojo, Pedernales, donde edificarán los alojamientos. Las autoridades han dicho que es factible, según los estudios de vientos, clima y aproximación de aviones.
Está a punto de término la interconexión al sistema eléctrico nacional de la línea de 168 kilovatios y la fibra óptica soporte para el destino inteligente que trabaja la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información y la Comunicación (OPTIC).
Ha sido licitado el sistema de acueducto, por 1,200 millones de pesos; se baraja un proyecto de desalinización y otro para producir 50 kilovatios de energía renovable.
Frente a las playas de Cabo Rojo serán construidas al menos 12 mil habitaciones hoteleras, 3 mil en la primera etapa. Prometen baja densidad de suelo. El sector privado invertiría cerca de US$800 MM, de acuerdo a la información del director ejecutivo de la DGAPP.
Frente a la playa del pueblo, desde el final de la calle Duarte hasta el límite de playa Bucanyé, según han informado las autoridades gubernamentales, será construido el malecón. Expertos independientes han propuesto complementarlo con un frente marino (Centros comerciales, apartamentos, áreas de deportes, esparcimiento), para activar la vida económica de la comunidad.
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Están en carpeta y no deben esperar más el plan de seguridad fronteriza y la carretera histórica De la bauxita-Aceitillar-firme de la montaña-Puesto Escondido-Duvergé, por sierra Baoruco.
Esta provincia del extremo sudoeste tiene unos 40 kilómetros de frontera terrestre con Haití, desde El Cielo, en Los Arroyos, sierra Baoruco, hasta la desembocadura del río Pedernales en el mar Caribe.
Se trata de una franja de muy fácil interpenetración y, dado el estado socioeconómico y político caótico que sufre Haití, las migraciones descontroladas hacia territorio pedernalense adquieren carácter invasivo, agravan la depredación de los parques nacionales Baoruco y Jaragua, del lecho marino y de los bancos de peces y crustáceos. La seguridad se pone en juego con el desplazamiento libre de bandas criminales ligadas al bajo mundo, narcotraficantes, asaltantes callejeros, cuatreros y ladrones de vehículos.
Por el mar, el desafío también es grande. Decenas de pescadores haitianos cruzan a diario la frontera marítima y atacan especies protegidas, como las tortugas carey, y santuarios de reproducción de langostas. Decenas de estos extranjeros se han mudado hacia isla Beata, Trudillé y otras de costa donde usan métodos de pesca dañinos para la reproducción de peces y mariscos, y deforestan las áreas circundantes.
Desde las costas caribeñas de Sudamérica, otro reto. Y es con el trasiego de drogas prohibidas en el mar Caribe. Pedernales dista 848 kilómetros de Barranquilla, Colombia, y a 988 de Caracas, Venezuela.
En cuanto a la reconstrucción de la carretera de la loma, representaría un plus para el proyecto turístico, pero también para impulsar el desarrollo integral de la región Enriquillo.
Hasta ahora, Pedernales solo tiene una vía libre de entrada y salida: la panorámica que conecta con Barahona, por la costa sur. Cualquier bloqueo eventual o intencional, provoca su aislamiento. Además, el viaje desde Duvergé, en la provincia Independencia, o Neiba, provincia Baoruco, hasta estes pueblo, es largo y tedioso. Debe realizarse a través del municipio Santa Cruz de Barahona, y el tiempo estimado es de cuatro horas. Si el Gobierno rehabilitara la vía por Aceitillar hasta Puesto Escondido, bastarían solo 40 minutos porque se evitaría el largo rodeo.
El restablecimiento de la comunicación vial directa con Duvergé implicaría un reconocimiento histórico a las 32 familias que el gobierno de Horacio Vásquez llevó en 1927 a poblar la sabana de Juan López, hoy Pedernales, para consolidar el lado dominicano de la frontera respecto de Haití. Hay estrechos vínculos familiares e histórico-culturales entre estas poblaciones.
En términos turísticos, el paisaje es espectacular. La flora, la fauna y el hoyo de Pelempito son singulares. Las temperaturas, agradables todo el año. Sería un gran mirador. Desde lo alto, hacia el sur, la vista impresionante del mar Caribe.
No hay razones para postergar el inicio de esa obra tan importante. La panorámica carretera De la Bauxita, de 34 kilómetros, fue construida en los años 50 del siglo XX por la minera estadounidense Alcoa Exploration Company para transportar la bauxita que sacaba de los yacimientos. Va desde Cabo Rojo hasta Aceitillar, en lo alto del Baoruco. Está ahí, sólida, monumental. Desde ese punto hasta Puesto Escondido de Duvergé es un paso. Cuesta poco el empalme, pero su valor es inconmensurable. Ayudaría a la vigilancia del parque nacional sierra Baoruco; al aumento de la visitación y al intercambio comercial y cultural de las provincias mencionadas, cercanas pero aisladas.
La construcción de la “Autovía de los Colonos” (así ha de llamarse, en honor a los fundadores) debería de tener alta prioridad en el plan de desarrollo holístico de la región Enriquillo y en el Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales. Tiene licencia social. Y solo daría beneficios. Contacto con el autor: [email protected]