Las autoridades de Turismo, de Medio Ambiente, Cultura, el sector empresarial y los gobiernos municipales del Gran Santo Domingo deben aprovechar los atractivos turísticos de la ciudad a través de una estrategia para hacer una mejor oferta a los cientos de miles de turistas que visitan la Ciudad Primada de América.
Se necesita que los ministros Francisco Javier García, Bautista Rojas Gómez y José Antonio Rodríguez, las asociaciones de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) y de Hoteles de Santo Domingo, así como los alcaldes se sienten a analizar el potencial turístico de la ciudad y el provecho que se le puede sacar en materia turística.
Podrán decir que lo han hecho, que lo están haciendo, pero no han elaborado un plan integral que permita hacer una oferta al turista que nos visita, sea a través de los cruceros que llegan por Sans Soucí, o desde la región este ahora aprovechando la Autovía del Este, para sacarlo de la Ciudad Colonial. Hay que darle algo más al turista.
Es cierto que el principal atractivo de la ciudad de Santo Domingo son los monumentos coloniales; es una riqueza que debemos explotar mejor, pero debemos mirar hacia el otro lado del Distrito Nacional y quizá un poco más allá e integrar a las provincias Monte Plata y San Cristóbal, para estructurar todo un paquete o varios paquetes que hagan más interesante la estadía del turista en la ciudad y provocar un mayor consumo.
Creemos que, además de la visita a los monumentos, hay que crear una ruta por los Mall de la ciudad, para explotar el turismo de comercio; hay que crear una ruta por Santo Domingo Este con un tours que lleve a los turistas a un recorrido por el Acuario Nacional, el Faro a Colón, los Tres Ojos, el Cachón de la Rubia y por el río Ozama aguas arriba, que es bellísimo e impresionante.
Una segunda ruta que incluya: monumentos, un recorrido ecoturístico por los saltos y balnearios de Monte Plata, que son maravillosos y están a media hora o 45 minutos de la ciudad si se utiliza la autopista que va de Santo Domingo a Samaná; cualquier turista pagaría un extra con mucha satisfacción para vivir una experiencia ecoturística en esta zona.
También pudiésemos incluir una tercera ruta que incluya un recorrido por las ruinas de Engombe, en Santo Domingo Oeste; a conocer las ruinas de las casas del último de los dictadores dominicanos y del Caribe: Rafael Leónidas Trujillo Molina, en San Cristóbal, y quizás llevarlos a Mata Los Indios, en Villa Mella, Santo Domingo Norte, para disfrutar de Los Congos de Villa Mella, una de las más hermosas expresiones culturales.
Estas tres propuestas serían un complemento a lo que ya se está haciendo en la ciudad, que es el recorrido por los monumentos y disfrutar del carnaval de Santo Domingo o de los festivales del Merengue en las fechas que se celebran estas actividades. Las autoridades de Turismo, Cultural y Medioambiente, los gobiernos municipales y el sector hotelero, tienen una excelente oportunidad para impulsar el turismo de la ciudad, un tesoro sin explotar.
