BRUSELAS.- La Comisión Europea ha celebrado el acuerdo alcanzado en la Asamblea de la ONU responsable de la Aviación Civil Internacional (OACI) para crear un mecanismo global a la altura de 2016 para reducir las emisiones de C02 del sector aéreo y que debe estar en vigor en 2020.
«Estoy muy contento de que después de negociaciones largas y duras finalmente tenemos un acuerdo global sobre emisiones de la aviación. Esto son buenas noticias para el público que viaja, la industria de la aviación y, lo más importante, para el planeta», ha manifestado en un comunicado el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Transportes, Siim Kallas, que ha encabezado la delegación de la UE a la Asamblea de la OACI en Montreal.
Kallas ha saludado que con el acuerdo se ha evitado «un conflicto con socios comerciales» aunque ha advertido de que «todavía queda algo de trabajo detallado por hacer entre ahora y 2016». «Pero et noche, hemos demostrado que realmente vamos en serio en lo que se refiere a abordar la huella ambiental del sector de la aviación», ha insistido.
La comisaria responsable del cambio climático, Connie Hedegaard, también ha celebrado que «el trabajo duro de la UE ha compensado». «Después de tantos años la OACI finalmente ha acordado el primer acuerdo global para reducir las emisiones de la aviación. Si no hubiera sido por el trajo duro y la determinación de la UE no hubiéramos tenido esta decisión hoy para crear un mecanismo global basado en el mercado», ha defendido en la misma nota.
Hedegaard ha dejado claro que para la UE lo importante que es «el sector aéreo también contribuya» a los esfuerzos para reducir las emisiones y ha avanzado que la Comisión, los Estados miembros y el Parlamento Europeo tendrán en cuenta el acuerdo a la hora de decidir «la vía adelante con ETS de la UE», ha explicado, en alusión al sistema de comercio de emisiones europeo.
La UE acordó suspender un año el cobro de la tasa por las emisiones de CO2 a los vuelos que despeguen o aterricen fuera del territorio comunitario para evitar una guerra comercial con terceros socios como Estados Unidos y China que rechazaban esta tasa y dar tiempo a poder lograr un acuerdo global para controlar las emisiones. La UE decidió incluir al sector aéreo en su sistema de comercio de emisiones desde enero de 2012.
