La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha instado a las autoridades aeronáuticas de Panamá y Venezuela a restablecer los vuelos entre ambos países, suspendidos desde el domingo a pesar de la necesidad de transportar medicamentos debido a la pandemia. Por su parte, Venezuela considerará una «apertura controlada» de más rutas internacionales.
«Esta interrupción no podría haber llegado en peor momento», se lamentó Peter Cerdá, vicepresidente regional de la IATA para las Américas, en una declaración sobre la suspensión de los enlaces aéreos entre Venezuela y Panamá.
Señaló que este es «un momento en el que la demanda de medicamentos necesarios para luchar contra la pandemia está en su punto más alto».
El líder de la IATA recordó que Venezuela tenía una conectividad aérea internacional muy limitada incluso antes de la pandemia y que «los vuelos recientemente reanudados hacia y desde Panamá se han convertido en un salvavidas tanto para los pasajeros como para la carga», añadió.
Para el ejecutivo, cortar este enlace antes de la temporada de vacaciones «tendrá consecuencias desastrosas».
Según la IATA, los planes de los viajeros se verán gravemente afectados, ya que muchos quedarán varados, mientras que la carga esencial no podrá ser transportada o sufrirá graves retrasos.
Cerdá dijo que entiende que los gobiernos están dando prioridad a la protección de sus ciudadanos de la covid-19, pero señaló que la industria de la aviación ha estado trabajando con la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para «asegurar» que este negocio pueda operar con seguridad durante la pandemia.
La asociación «ha estado trabajando con las autoridades de toda América Latina para garantizar que las fronteras puedan reabrirse en condiciones de seguridad para los viajes aéreos, y está dispuesta a contribuir a la aplicación de medidas alineadas a nivel mundial para permitir la reapertura del corredor aéreo Panamá-Venezuela», insistió Cerdá.
Restricciones innecesarias
Con la lenta recuperación del servicio aéreo en toda la región, la imposición de «restricciones innecesarias» a la aviación durante la crucial fase de reinicio retrasará la recuperación económica y social de los países y pueblos de la región.
Venezuela considerará una «apertura controlada» de otros vuelos internacionales después del cierre anunciado el domingo de varias rutas que habían sido reabiertas, incluyendo la que va de Caracas a Panamá.
«Estamos recibiendo y analizando propuestas. Necesitamos monitorear a los pasajeros y evaluar la apertura controlada. En base a los resultados y el seguimiento, tomaremos medidas», explicó el presidente del Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC), Juan Manuel Teixeira, según un comunicado de su oficina.
El 2 de noviembre, el INAC autorizó vuelos a México, Irán, la República Dominicana y Turquía, a los que se unió nueve días después Panamá.
Posteriormente, se autorizaron los vuelos a Rusia y Bolivia.
El domingo, el INAC emitió un comunicado cancelando la autorización de los vuelos a Irán, Rusia, Panamá y la República Dominicana, manteniendo la luz verde para las rutas a Turquía, Bolivia y México.
En este sentido, Teixeira señaló que «el presidente Nicolás Maduro, el pasado 13 de diciembre, anunció la suspensión de algunos destinos porque, a pesar de la aplicación de los protocolos de bioseguridad, un gran número de pasajeros infectados entraron en el país, lo cual no es tolerable».
