Bayahíbe. Con la certificación Bandera Azul, correspondiente al período 2014-2015, las playas Dominicus y Bayahibe se convierten en las que más ratificaciones han logrado en la República Dominicana, reveló la señora Ana García, directora de la Asociación de Hoteles y el Clúster Turístico local.
García explicó que con la última certificación entregada por el Instituto de Derecho Ambiental y el jurado de la Foundation for Environmental Education, la playa La Laguna Dominicus ha sido certificada diez veces como Bandera Azul.
Aseguró que también Bayahibe se convirtió en el primer destino de la región del Caribe en tener todas sus playas ratificadas como Bandera Azul.
La directora de la Asociación de Hoteles y el Clúster Turístico La Romana-Bayahibe recordó que la playa Dominicus fue la primera en el país y en la región de América en ser certificada Bandera Azul en el año 2004.
García dijo que “lograr de mantener esta condición durante una década es producto de la cooperación de varias entidades públicas y privadas, que han trabajado arduamente para mantener uno de los recursos más importantes y emblemáticos del destino, líder en gestión ambiental a nivel nacional”.
Explicó que esta categoría ambiental se otorga a los hoteles de playa que cumplen con los requisitos estipulados de la Coordinación Internacional de Bandera Azul, como son calidad de las aguas de baño, información y educación ambiental, gestión ambiental, seguridad y servicios.
Asimismo, requiere el monitoreo regular de los arrecifes de la costa y establecer un sistemas de salvavidas a cada 100 metros de distancia a beneficio de todos los usuarios y patrocinado por el sector privado.
Según la ejecutiva, además de mantener una calidad de agua sumamente estricta, también se exige la implementación de un programa medioambiental.
García dijo que el reconocimiento de calidad que esta certificación ha supuesto para las playas de la zona hotelera de Bayahíbe, ha aumentado de manera considerable el interés del mercado internacional por el polo turístico y redunda no solo en el aumento de la ocupación de los hoteles, sino en el mantenimiento de los precios de venta del destino en los mercados internacionales.