La República Dominicana ha dado un gran salto en materia de crecimiento del turismo: en el 2023 superó la anhelada meta de los 10 millones de visitantes (turistas y cruceristas), se consolidó como líder del turismo en el Caribe, con un crecimiento exponencial en la captación de inversiones y es la principal fuente de la economía dominicana.
Estamos frente a una política de Estado bien definida; el buen clima para las inversiones por la estabilidad económica, política y social, la dedicación y entrega del ministro David Collado y la excelente coordinación entre los sectores público y privado han sido clave. Además, en todo esto entra un nuevo elemento: el banco del Estado, que participa como un soporte fundamental de esta estrategia de desarrollo del turismo.
Como muestra del crecimiento experimentado, en el 2019, el año de prepandemia, el país recibió 7.8 millones de visitantes, entre ellos 6.623.547 turistas no residentes vía aérea y 1.103.898 cruceristas, pero a pesar de la pandemia del covid-19 que desplomó el turismo en los dos años siguientes, el pasado año llegaron 10.3 millones de visitantes (8.058.671 turistas vía aérea y 2.258.941 cruceristas). Mientras la inversión extranjera directa pasó de US$3.021 millones en 2019 a US$4.300 millones en 2023.
Hasta hace cuatro años, la participación del Banco de Reservas era tímida en el financiamiento de proyectos turísticos. El mayor financiamiento descansaba en uno de los bancos privados, el Popular, pero las nuevas autoridades se han apoyado en el banco del Estado para, junto a la banca privada, financiar el desarrollo del turismo dominicano, con muy buenos resultados.
Como muestra de este cambio de estrategia, en el 2019 la cartera de crédito del Banreservas al turismo era de unos RD$15.000 millones, pero cuatro años después –al cierre del 2023- era de RD$44.500 millones, pero enfocado en proyectos que la banca privada no financia y que el Estado necesita impulsar como piezas fundamentales para lograr el desarrollo planificado.
La agresividad del Banco de Reservas en el turismo, de su administrador general Samuel Pereyra Rojas, se ha puesto de manifiesto en las últimas ferias internacionales, en el financiamiento de programas para impulsar el turismo interno, pero especialmente en la feria Fitur-2024, en enero pasado en Madrid, España, donde el subadministrador de Negocios, Ysidro García, anunció que el banco captó inversiones para el país por más de US$2,600 millones, que incluyen la construcción de 25 nuevos hoteles.
Como parte de esa política, financiará la construcción de los dos primeros hoteles en el Proyecto Punta Bergantín, Puerto Plata, determinante para la estabilidad de ese polo turístico de la costa norte; en Miches, provincia El Seibo, financia 2,500 habitaciones hoteleras; también, los tres primeros hoteles que se construyen en Pedernales, el puerto de cruceros de Cabo Rojo, participa en préstamos en el puerto turístico Taíno Bay, en Puerto Plata; en el parque Dorado Park, en Cap Cana, y otros tantos proyectos importantes en todo el país.
El Gobierno dominicano, a través del Gabinete de Turismo –que preside el presidente Luis Abinder junto al ministro David Collado-, no escatima esfuerzos en la promoción internacional para atraer inversiones y turistas, ha logrado armonía en las acciones con el sector privado y se ha apoyado en el Banco de Reservas para impulsar el sector, con resultados muy beneficiosos para el banco que sus utilidades superaron los RD$24.000 millones en el 2023. Como se puede apreciar, Banreservas es una pieza clave en el desarrollo del turismo, con una estrategia correcta que también aporta muy buenos dividendos para la institución financiera. ¡Enhorabuena!
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