FRANKFURT. La compañía aérea alemana Lufthansa registró en el primer semestre del año una pérdida neta de 204 millones de euros, frente al beneficio de 50 millones registrados en igual periodo de 2012, debido a la ausencia de extraordinarios.
Lufthansa explicó que en el primer semestre del pasado ejercicio había tenido efectos positivos por el traspaso de la gestión del servicio aéreo de Austrian Airlines a Tyrolean Airways.
Con ello el resultado operativo se redujo entre enero y junio un 69,4%, hasta los 72 millones de euros, debido a los costes de reestructuración y efectos extraordinarios.
La facturación de la aerolínea se situó en 14.464 millones de euros, lo que supone mantener estable la cifra de 14.509 euros registrada el año anterior (un 0,3% menos), pese a la caía del 5,1% del número de vuelos.
Lufthansa explicó que los elevados costes de queroseno y el largo invierno han lastrado el resultado de la división de transporte de pasajeros (Lufthansa Passage). Asimismo se produjo una caída de la demanda en las regiones de Asia y el Pacífico y Oriente Medio y África.
«La reestructuración del Grupo Lufthansa está ganando velocidad«, aseguró el miembro del consejo ejecutivo de la compañía, Simone Menne, que indicó que «las medidas tomadas en los diferentes proyectos están permitiendo al grupo tomar decisiones clave para el futuro».
En cuanto a las filiales del grupo, Swiss incrementó su resultado operativo hasta los 63 millones de euros en la primera mitad del año, mientras que Australian Airlines alcanzó los 198 millones de euros.
En el área de carga, Lufthsansa Cargo generó beneficios por valor de 61 millones de euros, lo que supone mejorar en 13 millones la cifra anterior gracias a una gestión más flexible y a la bajas amortizaciones.
Con todo ello el grupo mantiene sus previsiones para este año. Se prevé que los ingresos y el resultado operativo sea más alto que el pasado año cuando se obtuvo unos beneficios de 524 millones de euros.
